—¡Nunca te menosprecies de esa manera otra vez! ¿Me escuchas? ¡No eres patética! —exclamó Lu Zihao.
Long Jinjing no respondió. Una sonrisa triste y suave levantó la esquina de sus labios, pero el efecto no parecía agradable. En cambio, la hizo parecer más derrotada.
—Jinjing, no te enamores de mí —le dijo después.
—¡Ya me enamoré de ti! ¡Lo intenté tanto, Nikolai! ¡Tanto! ¿¡Entiendes?! ¡También yo no quería que esto sucediera! Hice todo lo posible para... para reprimir mis s-sentimientos por ti... pero cada vez que pasamos tiempo juntos, me encontraba enamorándome un poco más de ti —confesó ella.
Quedó claro que él no sabía cómo responder a su confesión y su falta de respuesta la hirió profundamente. Le dolía mucho, pero ella ya esperaba esto desde el momento en que se dio cuenta de que se había enamorado de él.