Por mucho que lo intentara, Rose Young no podía concentrarse en la reunión en absoluto. Fue afortunado que no hubiera nada mayor que informar sobre el estado del proyecto actual que su departamento de marketing estaba manejando. Todo avanzaba sin problemas gracias a la calidad y consistencia de su trabajo y gestión.
Durante toda la reunión, sus pensamientos se desviaban hacia la revista arrugada que había deslizado dentro de su carpeta de archivos. Estaba tan distraída al respecto que la mayoría de sus colegas no pudieron evitar notar su inusual silencio hoy. Ya se habían acostumbrado a su habitual participación activa durante las reuniones en un intento obvio de mostrar a todos que merecía su posición como la nueva Directora de Marketing de la Corporación Jin y también sus repetidos intentos fallidos de entablar una conversación con el Presidente Jin. A pesar de que lo notaron, nadie comentó al respecto porque también sabían que al Presidente Jin no le importaba ella en absoluto.