Hombre de Ensueño

Las amenazantes palabras de su esposa hicieron que el corazón de Jin Liwei diera un salto y latiera más rápido. Tragó fuerte y sintió la boca seca. Ella se veía tan malditamente sexy, pero al ver su seriedad, reprimió fuertemente el impulso de tumbarla en la cama. Este no era un momento adecuado para disfrutar de cosas carnales y perversas con su esposa toda la noche. Fue capaz de recuperar rápidamente el control de sí mismo antes de continuar acompañando a su esposa.

Iris se sintió mejor después de desahogar esos oscuros pensamientos. No tenía idea de que acababa de seducir a su esposo sin querer. Sus ojos se llenaron de agradecimiento por él por escucharla. —¿De verdad quieres ver una foto de cómo era yo cuando era Evelina?

—En. —Esta vez no hubo vacilación en su respuesta.

Ella inclinó la cabeza hacia un lado y lo pensó por unos segundos. —Está bien.

Sus ojos se iluminaron. —¿En serio?

Ella asintió. —Pero no esta noche. Tengo sueño de nuevo.