Una Pérdida de Tiempo

La puerta se abrió de repente, interrumpiendo la fría ira de Jin Liwei.

—Aún no es hora punta, pero, ¿por qué el tráfico es ya tan horrible a esta hora? ¡Quiero saber! —una voz estruendosa y familiar hizo que todos saltaran de sus asientos por instinto. Rose Young y sus partidarios palidecieron, sin esperar la llegada de esta figura imponente.

El Abuelo Lu, o más conocido por todos como Señor Lu Jianhong, la otra mitad del dúo de genios empresariales que hace décadas fundó lo que ahora se conocía como Corporación Jin, entró en la sala de reuniones, llenando de inmediato todo el lugar con su enorme fuerza de presencia.

—S-senor Lu, ¡buenas tardes!

—Hola, Señor Lu Jianhong.

Los saludos de los miembros de la junta estaban desorganizados. Xu Tian inmediatamente se adelantó y llevó al anciano al otro extremo de la mesa frente a donde estaba sentado Jin Liwei.