Portando la Próxima Generación de Jins

—Dominic Chua, ¿en serio no piensas muy bien de este príncipe estrella, verdad? —dijo Jin Chonglin con voz gruñona.

—Ehehehe. ¿A qué te refieres, Príncipe Lin Lin? Mi puro corazón de doncella siempre se acelera y palpita como un semental demente con exceso de azúcar cada vez que veo tus emocionantes actuaciones. Un músico tan guapo, sexy y talentoso como tú es alguien digno de respeto, así que por supuesto mi hermosa y preciosa persona piensa muy bien de ti.

—Jin Chonglin se rió entre dientes, claramente complacido—. Aceptaré tu admiración ya que eres tan genuino.

—Pero por supuesto, mi jefe sigue siendo el músico número uno en mi corazón y mi alma. Pero no te preocupes, Príncipe Lin Lin. Aún estás en segundo lugar. Nadie puede quitártelo a menos que los bebés del jefe y señor jefe decidan convertirse también en músicos en el futuro. Ehehehe.