Justo cuando Li Xue sentía que había superado sus dudas e inseguridades, un golpeteo emocionado sonó a la puerta.
Su expresión se detuvo y también lo hicieron sus movimientos mientras miraba desconcertada al hombre que aún se cernía sobre ella. Al verlo así, no pudo evitar sentirse culpable en su corazón.
Solo si no hubiera desperdiciado su tiempo con cosas insignificantes entonces, ....
La expresión de Feng Shufen era indescifrable. Había un conflicto en sus ojos que lo mantenía estático en su posición. Parecía que se había encontrado en una situación de la cual no podía avanzar ni retroceder.
En este momento, Li Xue recuperó la compostura más rápido que él. Aunque en ese momento tenía frente a sus ojos la visión más tentadora de la que no podía apartar la mirada, se giró para mirar el reloj en la mesita de noche.
Era la hora y la persona en la puerta debía ser…