Pronto, el espectáculo estaba por terminar. Aún así, ni el entusiasmo en internet ni en el lugar habían disminuido. La gente todavía estaba anticipativa del último diseño. Sus ojos estaban puestos en el escenario esperando ver lo que el final del espectáculo les deparaba.
Con todos los diseños perfectos y su presentación en el escenario, las expectativas se habían elevado mucho sobre el diseño final. Casi todos estaban adivinando sobre qué trataría la última tonalidad de las mujeres.
Pero al mismo tiempo, detrás del escenario, todos estaban sudando de miedo. Nadie tenía idea de dónde habían salido mal las cosas. Pero ahora que ha ocurrido, parece que no hay solución.
—¿Cómo puede pasar esto? —gritó el co-diseñador del atuendo, suprimiendo su voz lo mejor posible para que ninguna de las personas afuera pudiera escuchar el caos que sucedía dentro.