—¿Eres realmente la tía de WeiWei? ¿Cómo es que WeiWei nunca te ha conocido antes? ¿Debería llamar a mamá para preguntar primero? —preguntó WeiWei, su expresión era de serenidad. La seriedad en su pequeño rostro se veía algo linda, pero había algo en sus profundos ojos grises que no permitiría que nadie bromeara.
Feng Yi Ran la miró y no pudo evitar sonreír. Esta expresión le era muy familiar. De ninguna manera podría olvidar el destello de la actitud de Shufen que claramente veía en la niña. Ya fueran sus ojos o su seriedad, todo era igual que él.
—¿Preguntar a tu mamá? ¿Por qué? ¿No me crees si te digo eso? Después de todo, ¿por qué te mentiría? Soy tu tía —dijo Feng Yi Ran, dando una sonrisa de aseguramiento a la pequeña. Pero para su seguridad, WeiWei solo sacudió la cabeza.