No me hagas parecer como un secuestrador liberal.

—Como dije, él está aquí —sosteniendo su sonrisa característica en el rostro, Jing Wei Jin gestó con arrogancia a Li Xue para que mirara por la ventana donde una fila de autos había llegado y se estacionó con urgencia. En medio de la fila estaba un lujoso Rolls Royce conocido que ella había visto destacarse frente a Nuestro Paraíso anteriormente. Al ver el mismo ahora viniendo aquí, no era difícil saber quién podría ser.

Li Xue no esperó antes de correr rápidamente hacia la ventana más cercana y después de ella, siguió Jing Wei Jin con facilidad. Como si él no estuviera en la situación preocupante y ya esperaba algo así al final de la historia.

Li Xue miró por la ventana. Después de estacionarse, los autos no hicieron ningún movimiento. Nadie salió de ellos, pero aún así, lograron agitar el caos alrededor. Igual que una piedra lanzada ondula todo el estanque.