No quiero avergonzar a la Señora.

Las expresiones de Li Xue se contrajeron cuando vio lo que estaba sucediendo al frente. Sus pasos apresurados se detuvieron de inmediato mientras sus cejas se fruncían en confusión al observar a los dos grupos divididos en la escena. Las caras le parecían algo conocidas, pero no estaba demasiado familiarizada con todos. En la multitud, solo dos rostros parecían ser personas de las que ella era responsable.

—¿Qué está pasando aquí, Li Xue? ¿Tienes alguna idea? El alboroto parece grande. Encima, son mujeres peleando. ¿Crees que debería llamar a algunos guardias para que ayuden? —Su Fai preguntó, mirando con dudas la escena, antes de volver la vista hacia Li Xue, quien a cambio le lanzó una mirada que indicaba que no estaba de ánimo para bromas.

—…