—Pronto el coche se detuvo en frente del palacio y la pequeña Li Wei volteó a ver a su madre, esperando su permiso para bajar del coche. Pero Li Xue no lo concedió de prisa. En cambio, sentada dentro del coche, primero levantó la mano para revisar la hora. Aunque era una visita informal, no olvidó verificar la hora con el Sr. Cao esa misma mañana.
—Sabía que Su Alteza le había permitido visitarla en cualquier momento. Pero no se atrevía a olvidar el puesto que la señora ocupaba en su vida diaria. No podía tomar ese puesto a la ligera ni atreverse a pensar que su agenda fuera fácil. Por eso, solo después de verificar el ocupado itinerario de la reina para el día, decidió venir en la tarde.