Aunque antes sabía que su hijo solo quería jugar una broma con Li Xue, aún así lo que lo escuchó decir fue algo que le hizo pensar en la preocupación de Li Xue. Antes puede que no estuviera listo para aceptar a la chica en su vida, pero ahora no podía estar seguro de lo mismo, dado cómo cada vez siente el tirón del cariño hacia ella.
Así que pensando en favor de ella, Shin Tinming no pudo controlarse para pedir hablar a solas con Feng Shufen.
—Shufen, sé que en el pasado ha pasado mucho entre nosotros, pero a pesar de todo, aún quiero pedirte un favor. Espero que más adelante en la vida, valores a Xue con todos tus medios. No importa lo que te venga —dijo Shin Tinming y en su voz había una petición desesperada que era un poco impactante de escuchar, dada la autoridad que generalmente tiene.
Pero al ver la actitud indiferente de Feng Shufen hacia esas palabras, no pareció perturbado en lo más mínimo. Era como si fuera demasiado casual respecto a esas palabras.