Emmelyn se sintió muy triste al ver al viejo. Pudo escuchar la profunda añoranza en sus palabras y eso le hizo derramar lágrimas sin control. Ahh... El Duque Bellevar había sufrido mucho, pensó. Ver su devastación rompió el corazón de Emmelyn.
El hombre solo quería morir.
—Oh, abuelo... —abrazó al Duque Bellevar y lloró en su hombro. No tenía más parientes vivos que su abuelo Elroy. Así que, una vez que el viejo muriera, Emmelyn definitivamente estaría sola, excepto por su esposo y su hijo.
Aunque Emmelyn se había acostumbrado a ser huérfana, los pensamientos de que su único pariente vivo deseaba la muerte la dejaban atónita. Sin embargo, trató de ser comprensiva ya que podía empatizar con el sufrimiento del Duque Bellevar.
Se contuvo de decir palabras para hacer que el duque viera que el mundo aún valía la pena vivir, porque en su caso, no lo era.