El cuerpo de Ellena temblaba al sentir el frío viento rozar su delgado cuerpo. Solo un delgado vestido y una bufanda la cubrían. Apenas ofrecían protección.
Si dependiera de Kira, esta delincuente condenada sería desfilada desnuda en el centro del pueblo. Así de mucho odiaba a Ellena. Sin embargo, cuando Marte se enteró de esto, el rey le dijo estrictamente que no lo hiciera.
No quería que tal castigo se tomara como ejemplo y se convirtiera en una tradición para el futuro. Pensó que era bárbaro y Marte no quería que su país retrocediera en civilización.
—Bien. Entonces, no estás de acuerdo con mi castigo sugerido de desfilarla desnuda en público, pero ¿estás de acuerdo con venderla como esclava sexual a los piratas? —se burló Kira al escuchar la orden de Marte.
El rey negó con la cabeza. Tenía que seguir recordándose que esta Kira estaba de su lado y le importaba mucho Emmelyn, así que Marte tenía que tratarla bien.