—Bienvenida al Castillo de Sommeries —Lady Evelyn Chaucer se levantó de su asiento y abrió sus brazos para recibir a Clara. Los ojos de la chica brillaron ante la cálida bienvenida.
Ella vio a un hombre en sus sesentas, sentado al lado de la madre de Edgar. Se parecía mucho a Edgar pero con cabello gris y arrugas en su rostro.
Ella pudo decir que Lord Chaucer debió haber sido un hombre guapo en su juventud, al ver ahora a Edgar. Tenía hombros anchos y grandes, ojos grises afilados que parecían inteligentes pero cálidos, y su voz era profunda, aunque no tan oscura y profunda como la de su hijo.
—Lady Clara Langley, espero que hayas tenido un buen viaje y que mi hijo aquí te esté tratando bien —Lord Chaucer también se levantó de su silla y asintió hacia Clara. Su esposa se apresuró y le dio un abrazo a la joven chica.