¡Julián está aquí!

Al escuchar sus palabras pronunciadas con un tono serio, la expresión de Harlow se tornó repentinamente gélida y negó con la cabeza.—¡No puedes mantenerme atrapada aquí! ¡No me casaré contigo! No quiero casarme contigo... Si me obligaras, preferiría matarme.

—¿Qué?! —Los ojos de Rafael se abrieron de par en par. Las emociones una vez más brillaron en su rostro cuando la fachada se derrumbó con las palabras de la princesa. La muerte de Harlow era lo último que el Príncipe del Hielo querría.

Harlow asintió y lo miró fijamente.—No puedes obligarme a casarme contigo. He intentado darte algo a cambio y crear un nuevo juramento contigo pero aún así lo rechazas? No quiero estar con un hombre como tú. ¡Me mataré si eso es lo último que hago!

—Esa realmente sería la última cosa que harías —dijo Rafael con franqueza, pero luego suspiró y negó con la cabeza—. Murmuró algo bajo su aliento pero luego miró a Harlow con una expresión severa—. Bien. Discutamos algo más tarde.