Harlow quería fingir que aún estaba dormida y esperaba que el Rey Demonio dejara de molestarla. Aunque dijo que quería conocerlo, todo eso era una mentira, así que era mejor que no la perturbaran.
—Hmmm... Me pregunto si un beso matutino te despertaría —Rafael tarareó en voz alta.
—[¿Qué???]
—[¡No te atreverías!]
Harlow mantenía los ojos fuertemente cerrados, pero luego, después de un par de segundos angustiantes pensando si este descarado demonio iba a despertarla groseramente como había dicho, aun así… no pasó nada.
Y esto hizo que Harlow se sintiera confundida.
Pensó que escuchó sus pasos acercándose y luego sintió que alguien se sentaba pesadamente en su cama. Un cierto hombre se sentó en la esquina cerca de ella y Harlow pensó que se iba a inclinar.
Oh no, ¿y si realmente iba a besarla?
Finalmente se rindió.
Preferiría no tener la experiencia de sentir sus labios de nuevo. Aunque habían sido suaves y cálidos… Y dulces… y… el beso no fue… malo.