Rey Draco Roseland no se interesaba por las festividades, pero aún así hacía lo posible por llevarse bien con su pueblo. El poder era algo importante y una vez que finalmente probó lo que era gobernar un trono, quería mantenerlo.
Afortunadamente, era apuesto, carismático y querido por su pueblo y en sus ojos, verdaderamente era un gran héroe. La gente cantaba canciones sobre él y creaban baladas y odas que alababan su valor.
El Rey Draco quería mantener su imagen tan brillante y maravillosa como cuando derrotó a los dragones y fue aclamado por su pueblo. Por eso había secretos que prefería guardar para sí mismo y entre ellos estaba la presencia de Rowena.
Aún era un rey joven y podía volver a casarse. Aunque no podía amar a otra mujer porque había dejado su corazón en Cretea, se dio cuenta de que necesitaba una reina para ayudar a mantener su imagen.