Mientras comía su pan, Rowena miraba a su alrededor con interés. Este lugar era bastante agradable, pensó. El parque era enorme con muchos árboles sombreados.
Podía ver varios conejos y ardillas jugando a su alrededor, tomando algo de comida sobrante de los visitantes del parque. ¡Se veían tan lindos! La vista le puso una sonrisa en la cara.
Mucha gente llenaba el parque y se divertían. Dado que el clima era perfecto para actividades al aire libre, la gente del pueblo y visitantes de los pueblos vecinos aprovecharon la oportunidad para hacer un picnic como lo estaban haciendo Rowena y Lady Liz.
Rowena sonrió más ampliamente al ver a un niño pequeño que estaba aprendiendo a caminar siendo sujetado por la madre para que no se cayera. El padre estaba esperando frente al niño estirando los brazos esperando que el niño cayera en sus brazos.