Rafael consideró la opción de simplemente erradicar a todos los mensajeros de un solo golpe. Esa era la manera más fácil para él de deshacerse de todas las cartas que incluían retratos de Rowena y mantendría a salvo su seguridad.
El Rey Draco llegaría a darse cuenta de que alguien estaba en contra de sus deseos y podría dejar de buscar a Rowena si se daba cuenta que había provocado la ira de un dios.
Sin embargo, no solo Rafael no deseaba derramar la sangre de personas inocentes que fueron ordenadas solo por el Rey Draco... algo así se sabría por su padre.
El Rey de Creta se pondría furioso si escuchara lo que Rafael hizo por una humana.
Esa era la razón por la que Rafael iba a tratar con ello de una manera menos obvia. Era una tarea que incluso un solo dios tendría dificultad para lograr.
Sin embargo, no solo Rafael tuvo éxito con su tarea que demostró su diligencia, sino que también era porque era el Séptimo Príncipe de Creta que contaba con la ayuda de sus amigos.