Ella endureció su corazón mientras se dirigía a la cueva de hielo. Rowena sacó su atuendo de plebeya del armario y se lo puso. Dejaría ese maldito lugar y se llevaría a Julián consigo. Y luego, le daría un entierro apropiado.
Cuando Rafael regresara y no la encontrara en Tierra de Cenizas, podría castigar al padre de Rowena. El Rey Draco no obtendría lo que fuera que quisiera. Todos sus planes fracasarían.
En cuanto a Rowena...
Ella esperaría a que Rafael la encontrara. Tenía la sensación de que él sería capaz de hacerlo, tal como la salvó cuando cayó de la torre. Siempre llegaba a tiempo para salvarla.
Realmente era su caballero de brillante armadura. Rowena se reía de esas estúpidas historias donde la dama en apuros siempre necesitaba ser salvada. Siempre pensó que las mujeres deberían ser capaces de salvarse a sí mismas. Julián le enseñó mucho, incluyendo cómo sobrevivir en el camino, siendo mujer.