—Este capítulo está dedicado a Despinany. Cariño, has sido literalmente mi mayor apoyo este año. Me siento humilde por ti y tu generosidad. ¡Gracias por bendecirme! Ojalá pudiera traer una sorpresa a tu casa este año. ¡Pero sabe que mi corazón está contigo esta Navidad!
—Él se mantuvo justo detrás de su bestia hasta que estuvieron casi en la puerta de la cueva, luego de repente saltó, gruñendo amigablemente, y rodó, levantándose hasta quedar de pie en forma humana, con los brazos extendidos para bloquear su entrada a la cueva.
—Elia se transformó de vuelta inmediatamente, preguntándose qué estaba pasando. Pero ¿qué's
—Tengo una sorpresa para ti —dijo en voz baja, atrayéndola hacia sus brazos—. Solo necesito un segundo. ¿Puedes quedarte aquí solo un minuto, mientras me deshago de Aymora y reviso algo?
—Elia sonrió. —Supongo. Eres un macho astuto.