¡Salgamos esta noche!

—¿Ya terminaste? —preguntó Clifford a Bianca, sintiéndose un poco impaciente.

Él no sabía qué le tomaba tanto tiempo para terminar. Ya le había recordado ser cuidadosa y no mojar su herida con agua.

Sin obtener respuesta de ella, Clifford repentinamente irrumpió en el baño para revisarla.

—¡Aaah! ¡No mires! —Bianca gritó ante la repentina entrada de Clifford. Aún no había terminado de vestirse.

Ella estaba observando los puntos de su herida en el espejo cuando Clifford entró. Su parte superior del cuerpo estaba un poco expuesta a él.

Clifford automáticamente se dio la vuelta para evitar mirarla, pero ya no podía deshacer lo que había visto.

La cara de Bianca estaba roja carmesí. Estaba tan avergonzada y molesta con Clifford. ¿Quién hubiera pensado que él irrumpiría en el baño sin su consentimiento?

—Oye, ¿qué crees que estás haciendo? Aprovechándote de esta paciente. ¿Quieres que te golpee! —Bianca comenzó a regañarlo.