—Utilizando su torbellino, Shiba contraatacó la bola de fuego de llamas negras de Zu Wan cambiando su dirección mientras ascendía al cielo.
—Riyu se sentía con ganas de llorar al ver a sus camaradas heridos. Shiba también estaba haciendo todo lo posible por ganarles algo de tiempo para escapar.
—Ella pensaba que era una situación completamente desesperada. El dios demonio se movía muy rápido. Podría acabar con ellos si tan solo lo quisiera.
—Pero parecía que estaba controlando su poder para no destruir la montaña. Zu Wan estaba minimizando el uso de su bola de fuego. En cambio, estaba atacando físicamente a sus oponentes.
—Zu Wan no quería que este mundo se destruyera por su poder. Y la gente que vivía al pie de la montaña podría verlos. Estaba evitando ese tipo de situación.
—Él conocía las consecuencias una vez que la gente de este mundo conociera su existencia. Además, le había prometido a Zhen-Zhen que nunca dejaría que otras personas corrientes vieran su poder mágico.