Bianca nunca se había imaginado que la ex-prometida de Clifford sería tan audaz como para encontrarse con ella en privado. De repente, se sintió incómoda con la presencia de Oliva.
—¿Por qué quieres hablar conmigo? ¿Estás segura de que soy yo con quien quieres hablar? ¿No es Clifford? —Bianca le preguntó confundida. Hasta donde sabía, no tenía razón para entretenerla. Pero como esta era la primera vez que hablaban, Bianca decidió ser educada con su inesperada invitada.
—Sí. Eres tú. No él. ¿Puedes dedicarme unos minutos de tu tiempo? —Oliva le preguntó de nuevo.
Bianca asintió con la cabeza, abriendo la puerta de par en par para ella. La invitó a entrar. Oliva se detuvo un momento al ver las decoraciones de la casa en el interior.
Bianca había limpiado y arreglado su apartamento para la cena romántica de esta noche. Oliva ahora podía entender por qué Bianca se veía deslumbrante en su vestido.