Christian respondió al teléfono. Diez llamó a su otro número para que Cassie no lo reconociera. Aparte de eso, había una aplicación de cambio de voz instalada en el teléfono para que nadie jamás escuchara la voz real de Christian. La identidad de Cero seguía siendo un misterio para todos, incluyendo a los miembros de las Águilas Ardientes.
Cero era quien les daba misiones y tareas. Él era el cerebro principal de la fuerza secreta. Así que ahora, Christian tenía dos grandes responsabilidades: ser el CEO de Empresa Estrella Celestial y el Líder de las Águilas Ardientes.
—¿Qué pasa, Diez? —se oyó una voz robótica del otro lado de la línea.
Cassie se sintió decepcionada al escuchar la voz de Cero. Como se esperaba, el líder del Águila Ardiente nunca usaría su voz original al hablar con ellos.