QUINCE AÑOS

—Volveré tan pronto como sea posible. —Esperanza se despertó de golpe cuando esa voz que la atormentaba resonó dentro de su cabeza. Buscó su celular debajo de la almohada y miró el reloj digital que mostraba que solo era la una de la madrugada. Todavía había mucho tiempo para volver a dormir.

Sin embargo, Esperanza no podía cerrar los ojos sin recordar el último momento en que vio a Kace cuando la dejó, otra vez.

Fue el mismo día en que Kace le dio la tarjeta negra. Ese día, Esperanza pensó que encontraría a Kace esperándola para recogerla de la escuela otra vez, pero fue Lana quien vino a buscarla.

Y en ese momento, supo que Kace se había ido. Afortunadamente, llegaron a casa justo a tiempo para que Esperanza viera a Kace, que estaba a punto de alejarse en su coche de su casa.

Por supuesto, Esperanza bajó del coche y lo confrontó. Y eso fue lo que él dijo.

—No te preocupes, volveré tan pronto como sea posible. —Él le despeinó el cabello y le besó la frente antes de irse.