UNA HORDA DE BESTIAS DRAGÓN

Dos bestias blancas se transformaron en su piel humana cuando atravesaron las puertas —algunos guardias los saludaron, pero sus mentes estaban demasiado ocupadas con otras cosas dentro de sus cabezas.

Kace, que sabía que su compañera ya se había despertado, ni siquiera podía esperar un solo segundo para verla.

Mientras tanto, Torak necesitaba ver a Lila para discutir acerca de Calleb —quizás ella tenía alguna manera de traer refuerzos para proteger a la gente en el castillo del dragón de tierra.

Tenían que hacer algo al respecto y Torak ni siquiera quería empezar a imaginar qué le pasaría a Calleb si perdía a su compañera —no podría soportar un golpe así.

Su mente y juicio habían estado nublados desde el primer día que llegó aquí —mirar el cielo sombrío por sí solo lograba empeorar su ánimo considerablemente —casi se sentía como si estuvieran rodeados de desesperación...