—Raine no pudo oír lo que Aeon dijo cuando el presentador de noticias mencionó un nombre en particular... Torak Donovan.
El presentador informaba que el magnate de la compañía de Donovan abriría su nueva sucursal en la ciudad del río rojo.
—... Raine...
—¿Eh? —Raine estaba un poco aturdida cuando escuchó a alguien llamar su nombre y se dio la vuelta para ver a Aeon detrás de ella con el ceño fruncido.
—¿Escuchaste lo que dije? —preguntó Aeon, mirando a la chica confundida frente a él—. ¿Por qué estás distraída?
—Oh, no... —Raine sacudió la cabeza—. Lo siento, ¿qué dijiste?
—¿Estás bien? ¿Cansada? —Aeon estiró sus manos y sostuvo su cara—. ¿Cansada? —tocó su frente, pero afortunadamente su temperatura era normal, así que pensó que la chica estaba cansada, después de todo acababa de regresar de su escuela—. Siéntate, cocinaré algo para ti.
—Aeon empujó a Raine para que se sentara en el sofá, a pesar de su rechazo y reluctancia.