TODO SALIÓ MAL

—¿Qué hacer? —Rossie caminaba junto a Adair mientras se dirigían al baño, necesitaban tiempo para idear un plan, mientras los ancianos y los niños compraban algo para que comieran, tratando de actuar lo más normal posible.

—¿Sabes dónde está la otra salida? —preguntó Adair cuando finalmente estuvieron dentro del baño.

—¿Crees que esta otra salida estará libre de vigilancia? —Rossie rodó los ojos y abrió la bolsa que había estado cargando. Primero limpiaría al bebé Eddard, mientras pensaban qué deberían hacer a continuación—. Es la primera vez que vengo aquí.

—No es diferente aquí —Adair gruñó frustrado—. Entonces deberíamos quedarnos aquí hasta que la multitud se disperse. Tal vez tengamos una oportunidad de luchar contra ellos si logramos atravesar.

—Habrá un montón de autoridades y guardias, listos para perseguirnos si hacemos eso —Rossie comenzó a limpiar el pequeño cuerpo de Eddard, mientras el bebé le sonreía. Su sonrisa era tan contagiosa que ella le devolvió la sonrisa.