¡LA BESTIA ESTÁ AQUÍ!

Calleb, en su forma de bestia, rompió la barricada de humanos que trataban de detenerlo.

La bestia se movía tan rápido que era muy difícil contener sus movimientos, como si fuera tan solo un destello de luz marrón, dificultando cada vez más que los humanos apuntaran sus armas hacia él también.

Varias veces sus disparos fallaron y solo rebotaron en el duro pavimento, causando unos sonidos consecutivos aterradores y dejando un olor a pólvora muy denso en el aire.

Sin embargo, ninguna de las balas de plata alcanzó su objetivo.

Este lobo marrón se movió a través de las defensas de los humanos exitosamente mientras lanzaba sus garras a quien se atreviera a intentar bloquear su camino.

Sin embargo, Calleb los dejaría ir si se rendían o lanzaban las armas que tenían en sus manos.

Él no mataría brutalmente a los humanos, ya que no solo era un tabú para ellos, sino que también matarlos debilitaría a Calleb espiritualmente, lo cual no ayudaría de ninguna manera.