HISTORIA PARALELA: BAILA CON TU BEBÉ

—¡Jedrek, dónde estás! —gritó Lila buscando al rey, mientras estaba frustrada. Había estado buscando a Jedrek y a su bebé por más de veinte minutos, pero en esta casa como un castillo, le era imposible encontrarlos—. ¡No tenemos tiempo para jugar al escondite! ¡Vamos a llegar tarde!

La voz de Lila retumbó a través de las paredes, mientras el sol brillaba a través de las ventanas de vidrio alargaba la sombra de las cosas que atravesaba y daba una visión de ensueño.

—¿Dónde está Jedrek? —furiosa, Lila le preguntó al primer sirviente que encontró en su camino al patio trasero—. ¡Maldición! ¡Esta casa era tan grande! Ya estaba cansada.

—No lo sé, mi reina, el rey ha desaparecido desde hace una hora —dijo con cautela, temiendo ser el blanco de la ira de Lila.

Esto era una de las cosas que a ella no le gustaba. Les había dicho que no se dirigieran a ella de esa manera, pero simplemente no le hacían caso. De hecho, todo esto era principalmente culpa de Jedrek.