Un hombre debe entender que no protege a su mujer porque ella sea débil, sino porque es importante.
—¡Él me hirió! —exclamó Kayden con molestia—. Luego se bajó la camisa que llevaba puesta y reveló el vendaje blanco que aún envolvía su hombro a su hermana, esperando que Aurora entendiera lo peligroso que era este hombre y que no se acercara a él.
Por otro lado, aunque nadie podía ver la expresión preocupada de Draghar cuando Kayden mostró la herida a Aurora, no pudo evitar apretar los puños.
¿Cómo reaccionaría su compañera? ¿Aurora lo odiaría? Pensando que era una bestia salvaje fuera de control y que había herido a su hermano, ¿qué pasaría si lo pensaba?
Pero, inesperadamente, Aurora en realidad levantó la mano y golpeó la herida de Kayden mientras sus grandes ojos azules lo miraban fijamente.