—Aurora no entendía, ¿había hecho algo mal para ser castigada con un beso un poco brusco? Hm, pero le gustaba... así que no podría llamarse castigo, ¿verdad?
—Sus ojos parpadearon confundidos cuando Draghar de repente interrumpió su beso y presionó su frente contra la de ella. Draghar contuvo la respiración y Aurora pudo ver que a su compañero le costaba controlar sus emociones.
—¿Qué pasa? —preguntó Aurora, luego tomó la cara de Draghar con ambas manos y disfrutó de la sensación que sentía con el contacto físico, parecía que Aurora nunca se cansaría de tocar a Draghar. Podría hacerlo todo el día...
—Gracias —dijo Draghar inesperadamente.
—Esas fueron las últimas palabras que Aurora pensó que Draghar diría.
—¿Gracias por qué? No hice nada por ti —dijo Aurora ligeramente confundida, inclinó su cabeza, tratando de averiguar qué quería decir Draghar con eso, pero no tenía absolutamente ninguna idea de lo que había hecho para recibir tal palabra.