El ritmo del latido de su corazón se aceleró. Saber que su madre estaba al otro lado del lugar llenó el corazón de Elisa de expectación. Sin embargo, al mismo tiempo la confusión la envolvía.
—¿Por qué está aquí madre? —preguntó. El jardín era un lugar extremadamente hermoso para que las almas pasaran su tiempo. El lugar que ahora estaba custodiado por espinas parecía tan bello como el otro lugar, sin embargo, la forma en que estaba rodeado por espinas hacía que pareciera más una prisión que un jardín.
Raziel frunció el ceño —Este es el lugar para los humanos inocentes que inevitablmente tomaron una vida con sus manos.
De repente, Raziel extendió su mano para tocar la espina. Sangre caliente cubrió las mejillas de Elisa mientras ella cerraba los ojos al estremecerse por la repentina salpicadura de sangre. Al abrir los ojos, vio la herida ardiente en la mano de su abuelo.