—¿Un combate? —Rey parpadeó, sorprendido.
—Sí. No es frecuente encontrar a alguien lo suficientemente interesante como para combatir aquí. ¿Qué dices? —Lady A asintió, acercándose a él con una sonrisa tenue.
Rey dudó, su mente corría a toda velocidad.
Combatir con Lady A no era solo una oportunidad para ponerse a prueba, era una oportunidad de oro para observar y potencialmente copiar sus habilidades. Su reputación como la más fuerte de la Resistencia no era exageración, y se rumoreaba que su conjunto de habilidades era casi mítico.
Si podía replicar la naturaleza precisa de su poder, sería un impulso masivo.
Pero su vacilación duró un segundo demasiado, y Lady A levantó una ceja.
—¿Qué pasa? No me digas que tienes miedo —dijo ella en tono juguetón, pero con los ojos atentos.
—No es miedo, solo... considerando —respondió Rey, entrecerrando la mirada.