Una oleada terrorífica de energía emanó del choque cuando un puñetazo repleto de luz astral golpeó la cabeza calva de Darkseid, enviándolo hacia abajo desde el vacío del espacio.
Pero apenas se movió 200 metros antes de obligarse a detenerse.
Con una mirada vacía, estuvo un rato antes de que la más sádica y malévola de todas las sonrisas se dirigiera hacia arriba, donde una figura con una ala giratoria gigante flotaba sobre él.
—¡Me desharé de ti primero! —dijo Darkseid, y en el siguiente instante, avanzó con una velocidad cegadora, ya frente a Zeras antes de que pudiera siquiera parpadear.
RIIIIIIIIIIIIIPPP
Al instante, su hacha se abalanzó sin piedad hacia el pecho de Zeras, queriendo partirlo por la mitad, pero Zeras también lanzó su espada Tianqu hacia el ataque, bloqueándolo antes de que pudiera alcanzarlo.
RIIIIIIIIIIP