Viktor le dirigió a Kosher una mirada nivelada, sus ojos carmesíes no mostraban ni un ápice de calidez.
—Debería ser yo quien te pregunte eso —habló después de unos segundos, su tono era directo—. Es humano...
Kosher sonrió, sacudiendo la cabeza. —Ese chico es actualmente la persona más famosa en todo Eldoralth. ¿Realmente crees que lo he conocido o que sé algo aparte de los rumores?
Viktor permaneció en silencio. El hombre tenía un punto.
Suspiró antes de colocar el tenedor y el cuchillo suavemente sobre la mesa. Podía ser un demonio a quien le encantaba el caos, pero parecía que sus modales en la mesa estaban muy presentes.
—Solo para que quede claro, estás hablando de ese niño demonio, ¿verdad? —preguntó Viktor.
Kosher sonrió. Un demonio de verdad llamando demonio a un humano.
—Asintió. —Atticus Ravenstein. Ese es.