«Parece que los Iluminados realmente tenían a la humanidad en el corazón», pensó Nick mientras la imagen del viejo Emperador se desvanecía.
El mensaje fue breve y conciso. Simplemente le dijo a Nick que podía hacer lo que quisiera con la tecnología.
Un momento después, la imagen de la mujer reapareció. —Estoy a su servicio. ¿Desea designarse a sí mismo como el Emperador? Si no es el líder de la humanidad, por favor nombre al líder actual Emperador.
—Desígneme como Emperador —dijo Nick.
—¿Está seguro? —ella preguntó.
—Sí.
Los ojos de la mujer brillaron un poco.
—Bienvenido, Emperador. Estoy a su servicio —dijo ella.
—¿Qué eres? —preguntó Nick.
—Soy una inteligencia artificial limitada. Solo tengo poder limitado en aprender nuevos conocimientos, pero puedo asistirle con todo el conocimiento que tengo —dijo ella.
—Ahora estás designada como Asistente —dijo Nick.
—Asistente está a su servicio —dijo ella.