Aunque Raze quizás debería haber estado asustado y preocupado por lo que estaba por venir, una parte de él estaba un poco emocionada. Había estado practicando la Quinta Formación durante algún tiempo.
Estaba casi ahí, y aunque podía realizarla él mismo de alguna manera, parecía imperfecta, y ahora podría aprender los puntos cruciales necesarios para realizar tal movimiento.
Cuando Belil levantó sus manos al aire y las colocó a su lado, imágenes posturas hechas de su Qi naranja aparecieron, señalando el inicio de la formación.
—¿Listo? —dijo Belil—, y en un instante, se lanzó desde sus pies. Tanto Qi se extendió desde su pierna que grandes pedazos del duro suelo se partieron, pareciendo como aún más grandes losas emergiendo del suelo.
Corriendo hacia él, Raze temió lo peor que estaba por llegar.
—¡Lo ralentizaré! —Raze sopló un tornado de viento desde su palma y añadió escarcha con su otra mano. Lo que fuera que estuviera en su camino se condensaría con hielo.