Tras debatir la situación por un rato, el grupo había llegado a la decisión de que el hombre conocido como Mosak había dicho la verdad, que verdaderamente les había dejado avanzar. Aunque estaban desconfiados, el miedo de que alguien más llegase al Globo de Oro antes que ellos había impulsado al grupo hacia adelante.
El principal temor impulsado por Zon, quien ya había comenzado a caminar adelante y los demás lo siguieron en cierta medida.
El grupo siguió adelante, viajando a través de la zona amarilla oscura de la selva. El terreno empezaba a cambiar, ya que los grandes árboles se estaban volviendo menos y el área por la que caminaban se hacía más abierta.
—¿Puedo hacer una pregunta? —preguntó Beatrix, y enseguida Ricar se volvió, frunciendo el ceño hacia ella, casi preguntándose por qué ella hablaría.