—Y eso es todo lo que escuché —dijo Dame, de pie junto a una ventana.
—No quiero que culpes a Raze por lo que pasó.
—¿Crees que soy tan estúpida como tú? —respondió Rayna—. Sé que no es culpa de Raze. Todo fue decisión del padre desde el principio. Es tan extraño, ¿por qué confiaría en un extraño para todo esto, en lugar de en nosotros?
—¿No podría haberme dado su poder a mí y a ti?
—¿Crees que estaría mejor en nuestras manos? —replicó Dame—. Honestamente, no estoy seguro de si hubiera sido capaz de lograr las mismas cosas que Raze ha hecho si el padre me hubiera dado su poder.
—En ese momento, yo mismo estaba perdido en cuanto a dónde quería ir y qué quería hacer. Lo único que sabía era que quería construir un legado, uno que no estuviera a la sombra del Clan Neverfall.