El poder de los guanteletes permitió a Dame tomar el poder que contenían los muertos. Algo parecido a la técnica de extracción demoniaca, pero era más que eso. No solo tomaba la energía Qi, sino que casi absorbía su espíritu junto con los rasgos de sus poderes.
Lo que Dame estaba utilizando era el cuerpo especialmente diseñado que Simyón había creado. Ese poder estaba fluyendo por su cuerpo gracias a los guanteletes. La cuestión era que el poder tampoco era un simple intercambio. Se añadía al de Dame, por lo que su cuerpo híbrido ya de por sí resistente se amplificaba debido al poder de Simyón.
Además de eso, también tenía un aumento repentino con el Qi de Simyón. Esto permitía a Dame enfocarse en todo excepto en la defensa. Había encarnado lo que Simyón estaba tratando de ser, el escudo perfecto, una fuerza indestructible, y lo había demostrado al resistir la totalidad del ataque que fue realizado por Garlon.