Heino había depositado mucha confianza en los líderes de la Facción de la Luz. Eran algunos de los guerreros más fuertes de toda Pagna. Cuando había entrado en la tierra de Pagna, incluso había viajado a los diversos continentes y había observado a todos los guerreros.
De todos ellos, sentía que los más adecuados para ganar un gran enfrentamiento entre tres grupos, eran los guerreros de la Facción de la Luz. Por eso había decidido tenerlos bajo su control tan pronto como fuera posible.
Después de depositar gran confianza en ellos, incluso les había dado algunos de sus tesoros más preciados, las legendarias espadas que había obtenido. Pensando que eran mejor usadas en sus manos.