Tus pensamientos reales

Raze deambuló hasta que entraron en la biblioteca. Aunque se llamaba biblioteca, no era como las que se encuentran en las ciudades públicas. Aquí, el espacio estaba diseñado no solo para el silencio y el estudio, sino para la discusión. Los estudiantes se agrupaban en mesas, hablando libremente sin ser callados por el personal.

Por supuesto, la mayoría de los magos no necesitaban silencio total. Si alguien quería paz y tranquilidad, podían lanzar un sencillo Hechizo de Silencio, ya sea para bloquear el ruido exterior o para mantener su propia voz contenida dentro de una burbuja mágica.

Raze, Chiba y Yolden encontraron una mesa y tomaron asiento mientras Raze se alejaba, escaneando las filas de estantes en busca de libros útiles. Sus ojos agudos se deslizaban entre los títulos mientras formaba un plan.