Diana trabajaba tan rápidamente como podía, sus manos brillaban con energía curativa mientras se cernía sobre el estudiante caído. Sus ojos se habían vuelto hacia atrás por la pura intensidad del golpe de relámpago.
El ataque del líder del gremio no había sido un ligero sacudón, era un hechizo serio, cargado de fuerza. Que un Mago de Seis Estrellas desate ese tipo de magia sobre un estudiante… estaba claro que se había cruzado la línea.
Peor aún, la naturaleza persistente del hechizo de relámpago dejó una carga activa flotando en el cuerpo del chico. Diana no podía curarlo completamente hasta que el mana residual se desvaneciera, lo que significaba que todavía estaba siendo herido, cada segundo.
Toda la escena dejó una pesada incomodidad entre los dos grupos. Los estudiantes se quedaban en silencio, sin saber cómo actuar, sus ojos paseando entre su compañero herido y los magos del gremio. Tenían que confiar en sus profesores ahora.