Los Guardianes (Parte 1)

Eventualmente, el grupo de estudiantes había regresado al punto de partida desde donde habían llegado primero. Era una área más abierta, con el agua fluyendo a la derecha en la distancia, y si se dirigían al lado izquierdo desde donde habían entrado, allí encontrarían las primeras bestias sapo que se habían encontrado. En cambio, para encontrar la salida, necesitaban dirigirse en la dirección opuesta, que era hacia el borde del acantilado con el gran flujo de agua.

Antes de dirigirse hacia allá, Liam miró hacia atrás al pie de la colina que acababan de atravesar, y con su sistema, notó a la pequeña criatura, un poco más grande que el pie de uno, de pie en el borde.

—Nunca nos atacaron durante todo el tiempo que estuvimos luchando contra esos pájaros gigantes —dijo Liam.

—Cierto, y dijiste que había alrededor de trescientos siguiéndonos. ¿Sigue siendo el caso? —preguntó Beatrix.

Liam tragó saliva ligeramente.