Rain recuperó cuidadosamente el misterioso cubo, usando algo de hielo en la base, pero la cosa era tan pesada que también requirió mucho esfuerzo. El grupo observaba con curiosidad mientras Rain hacía acercar la reliquia hacia ellos.
El cubo emanaba un aura de antigüedad. El pesado martillo, yaciente en la parte superior del cubo, mostraba artesanía y una presencia inquietante, insinuando sus poderosas habilidades. El descubrimiento de Rain señaló otra reliquia, sumándose al creciente número de artefactos místicos que buscaban.
Mientras Rain se acercaba con cautela al martillo, un repentino resplandor rojizo emanaba del arma. No era sólo un espectáculo visual; la atmósfera alrededor del martillo parecía pulsar con calor intenso, a pesar de haber sido extraído del lago de lava. Rain no pudo evitar preguntarse si esta temperatura abrasadora se debía únicamente a su inmersión en la lava o si había algo más mágico detrás de ella.