Al regresar a la nave, el grupo de Rain, el grupo de Isa y los demás que se habían quedado atrás tuvieron una reunión para compartir los resultados de sus respectivas misiones. La atmósfera en la sala de reuniones contenía una mezcla de curiosidad, anticipación y un persistente sentido de preocupación después de las recientes experiencias.
Ambos grupos relataron sus hallazgos, revelando un hilo común en sus descubrimientos: la ausencia de signos de los dragones que habían encontrado anteriormente. Sin embargo, lo que sí encontraron fueron rastros de destrucción dejados por los dragones de hielo con los que se habían enfrentado antes. Las áreas devastadas servían como sombríos recordatorios del caos que se había desencadenado debido a la llegada y confrontación subsiguiente de los dragones.