Cálculo frío

—El cuerpo de Larisa se estremeció involuntariamente mientras presenciaba la monstruosa transformación que tenía lugar ante sus ojos. La Ira del Dragón intensificaba la mutación, haciendo que las escamas del dragón se extendieran como un incendio forestal a través del cuerpo de la criatura. La forma una vez humana ahora parecía aún más formidable, como si la mismísima esencia del poder dracónico fluyera por sus venas.

—A medida que continuaba la transformación, los instintos de Larisa le gritaban que se preparara para el peligro inminente. El aire se cargó de una energía ominosa, y la atmósfera misma parecía temblar bajo el peso de la furia del monstruo.

—En un alucinante despliegue de velocidad, el dragón cargó hacia adelante con la ferocidad de un relámpago oscuro. Larisa, tomada por sorpresa por la súbita aceleración, no tuvo tiempo de reaccionar. La colisión era inevitable.